I'd like to be under the sea
In an octopus's garden in the shade
He'd let us in, knows where we've been
In his octopus's garden in the shade
(Octopus's Garden / The Beatles)
In an octopus's garden in the shade
He'd let us in, knows where we've been
In his octopus's garden in the shade
(Octopus's Garden / The Beatles)
A unos días de haber concluido la Copa Mundial de Fútbol, todo el planeta y sobre todo los medios de comunicación ya resienten la resaca que Sudáfrica 2010 dejara luego de 34 partidos. Para muchos, esta justa deportiva fue una de las más pobres en cuanto a calidad futbolística, convirtiéndose quizá en la edición más polémica hasta el momento celebrada, al grado que más de una vez los grandes jerarcas del balompié tuvieron que salir a dar la cara para pedir una disculpa pública por la serie de pifias que marginaron de la competencia a diferentes selecciones.
En medio de ese estira y afloja entre el fútbol bueno y el malo, las arbitrariedades, las eliminaciones adelantadas, las sorpresas agradables y la maquinaria de mercadotecnia que se implementó para el evento, surgió una figura que logró captar la atención de propios y extraños por sus acertados pronósticos: el Pulpo Paul.
Tengo que reconocer que en lo que llevo de vida -que ya no es tan poca- jamás llegué a pensar que un cefalópodo pudiera lograr captar la atención mediática de la sociedad de tal manera, sin olvidar, claro está, que los referentes que yo guardaba hasta ese momento. Uno era el 'Kraken', ese mítico pulpo gigante que aparece en 20, 000 Leguas de Viaje Submarino, novela de Julio Verne cuya adaptación cinematográfica disfruté de niño en formato Cinemascope, arrancándome al igual que a muchos de mi generación un tremendo susto -y por consiguiente el debido respeto- por las dimensiones que el citado invertebrado guardaba, mismas que hacían lucir al submarino Nautilus como el juguete con el cual se divertía nuestro singular amiguito dentro de la bañera.
La siguiente referencia es hasta cierto punto boba. Se trata del Pulpo Manotas, personaje de caricatura creado por la Hanna-Barbera, cuyas aventuras lo colocaban como un torpe en todos los aspectos, condenado a hacer las labores de limpieza gracias a sus 8 tentáculos dispuestos a dejar más que limpio el fondo del mar.
De esta forma, el mayor acercamiento que tuve con los pulpos fue en contadas visitas a acuarios tanto del país como en el extranjero, pero sobre todo en los tradicionales cócteles 'Vuelve a la vida' que de vez en vez degustaba en los Mariscos El Navegante (donde el Caldo Atapacua sigue siendo la atracción principal). En resumidas cuentas, previo al mundial de Sudáfrica era prácticamente un ignorante sobre el tema....
Luego del paso de la aplanadora de los medios, hoy sé mucho más sobre estos habitantes del reino marino y en específico de Paul, del cual se encuentra una biografía bastante completa en línea y actualmente su simple nombre se encuentra entre los cinco términos más solicitados en la red, en donde el motor de búsqueda Google arroja más de 12’400,000 resultados sobre el tema.
Más allá de las capacidades intelectuales de Paul o su habilidad para jugarle a la pitonisa deportiva, lo que me llama poderosamente la atención es la cantidad de espacios que el pulpo ganó, estando presente en diarios y noticieros de todo el mundo, con una proyección en prime time que hubiesen deseado muchos actores reales del mundial.
Algunos justifican el hecho señalando que era tan bajo el nivel deportivo, que resultaba más divertido hablar sobre las predicciones del habitante del acuario Sea Life en Oberhausen, en Alemania, en donde luego de haber arrancado su carrera en el mundo de las predicciones durante la pasada Eurocopa del 2008, ya se tenía montado todo el espectáculo para darle seguimiento a sus designios sobre el destino del seleccionado teutón.
Hablar sobre las acertadas predicciones de Paul en todos y cada uno de los partidos en los que fue sometido a presentar su numerito está de más ahora, todos conocemos su record impecable y el revuelo que causó, pero su título de celebridad -considero- se lo dieron las redes sociales como twitter y facebook, parajes electrónicos en donde el octópodo encontró realmente el mayor eco.
Basta con pensar que este fue el evento deportivo futbolero con mayor número de espacios de comunicación dispuestos para su difusión. El internet y las herramientas que éste ostenta estuvieron al alcance de un gran número personas, por lo que era muy cómodo seguir las incidencias deportivas y el color de Sudáfrica a través de un solo click en la computadora, agenda electrónica o Blackberry… la comunicación al instante.
Esas características de comunicación fueron las mismas que replicaron de manera exponencial la fama del primo lejano de Manotas, a quien uno encontraba en nicks del mensajero electrónico, links dirigidos a notas de sus hazañas, vamos, hasta contaba con una cuenta de twitter y facebook propia, claro, administrada por sabrá Dios quién.
La sobreexplotación mediática del integrante de la fauna marina trajo de inmediato reacciones...¡en los mismos medios! Igual podían encontrarse notas sobre Paul en la BBC de Londres que en la norteamericana CNN, se llevaron a cabo discusiones enteras sobre la nacionalidad del pulpo, sus entrenadores recibieron más entrevistas que muchos jugadores del mismo mundial, el circo que se montó a su alrededor caminó de manera perfecta.
La inmediatez y ubicuidad que permiten estas tecnologías de la información fueron las que realmente elevaron a Paul, que inmerso en un universo de mensajes que día con día se generan y con un número casi indescifrable de usuarios, logró captar la atención de ellos gracias al morbo que levantaba con sus predicciones.
Hoy en día hay quienes siguen abordando el tema desde la perspectiva de la capacidad intelectual del pulpo, quien seguramente es un conocedor consumado del fútbol internacional. PETA hace intentos por 'liberarlo' de la prisión que representa el vivir en el acuario alemán, a pesar de que el octópodo nunca ha conocido el mar, mientras que en algunos de los países de los que estuvieron involucrados en sus predicciones les encantaría verlo en una charola de botana para acompañarlo con galletas saladas y tostadas.
Desde principios de la historia, el ser humano busca conocer el futuro y darle sentido a su existencia, ya sea a través de religiones, cultos o el azar mismo. Siempre resultará más sencillo interpretar la realidad bajo ciertos preceptos, códigos o predicciones que se convierten en guías de vida o camino para alcanzar metas.
Simplemente en nuestro país en el año 2006 la Secretaría de Gobernación reportaba que existían 6 mil 652 asociaciones religiosas; es decir, más de seis mil formas diferentes de darle sentido a la forma de pensar, actuar y ver con perspectiva el futuro.
Los medios de comunicación se han convertido indiscutiblemente en el refugio que encuentran muchos para darle sentido a sus vidas, porque teóricamente pueden interpretar mediante ellos situaciones reales, de fácil comprobación, en torno a los sucesos que les interesan de manera directa o indirecta.
No me extrañaría que más adelante surgiese un grupo que siguiera al pulpo Paul y que fundase una iglesia o culto sobre él, como tampoco me sorprende ahora que ya se hable de una serie animada, una gira visitando nuevos acuarios, playeras, llaveros y cuanta parafernalia que usted se imagine; no me sorprendería que los chinos patentasen la marca -si pudieron con la Morenita del Tepeyac, ni modo que se les dificulte un pulpo.
El fenómeno durará poco, y no es que le esté vaticinando desgracias al notable invertebrado, simple y sencillamente será porque el período de vida de estos animales llega a ser de hasta 5 años y Paul, para desgracia de los apostadores, ya tiene más de dos cumplidos. Es casi es seguro que no lo veamos en Brasil 2014.
Pero no hay de qué preocuparse. Seguramente surgirá una ardilla medium que a través de la forma en que muerde las nueces lea el futuro, o un armadillo que gracias a los movimientos de su cola sea capaz de pronosticar el clima; no sé, el reino animal es tan diverso y siempre habrá una cámara dispuesta a difundirlo, promocionarlo y explotar estas coincidencias, poderes o virtudes. Después de todo, los circos de fenómenos siempre han sido una atracción. Entre tanto iré a ver a algunos parientes lejanos de Paul con menos suerte a los Mariscos El Navegante, ahí donde el Caldo Atapacua sigue siendo la mejor carta de presentación.
Mauricio Lira Morín (Ciudad de México, 1974) Estudió Ciencias de la Comunicación y ha colaborado en diversos diarios estatales como editor y columnista. Actualmente analiza la posibilidad de estudiar algo más.
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